Un comienzo de año distinto: Recorriendo Vernate y Lugano en Suiza.

Recibí el 2019 en Vernate, en la casa de mi amiga Flor, que hace cinco años decidió apostar al amor y cambiar su vida en Buenos Aires por empezar nuevas aventuras en Suiza.
Y si, el cambio fue tan grande que como dice ella, tuvo que aprender a vivir en otro lugar, en otro país, con otras costumbres, con otro clima, lejos de todo lo que conocía pero dispuesta a ser cada día más feliz.

Vernate es una comuna suiza, situada en Lugano, Cantón de Tesino. Con una población de aproximadamente 500 habitantes, y una vista privilegiada al lago.

En Vernate casi no hay transporte público, hay uno o dos lugares para comer, una iglesia y muchas casas que parecen de cuento.

Todo lo demás se encuentro en Agno, que sería la parte de la base de la montaña donde vive ella.

En invierno el olor característico  es el de la leña, o el camino como le dicen a los hogares, y en verano la mejor postal según Flor, son las montañas con muchas flores.

Me acuerdo un día que mi amiga me dijo: “nunca en Buenos Aires había visto la cantidad de estrellas que veo acá”, es que realmente el contacto con la naturaleza es tan profundo que enamora.


Muy cerca de Vernate está Lugano, la ciudad más turística del cantón. 
De calles pintorescas, y antiguas pero muy elegantes, el casco histórico de la ciudad tiene desde tiendas de lujos, hasta lugares típicos de comida. 
También está la  Catedral de San Lorenzo, que es uno de los edificios más altos. Hay bares y un espacio de arte y cultura. 
Pero lo más lindo para mi que tiene es sin dudas el lago. 
El Lago de Lugano es realmente grande, se pueden hacer excursiones en barco y bote, y contemplar la belleza de la ciudad que lo rodea.

Hay una pequeña playa que en verano es ideal para disfrutar del calor y el sol.

También podes visitar Monte Bré, uno de los puntos más altos de la ciudad, con una vista panorámica privilegiada.
Nosotras subimos en auto, pero se puede llegar hasta la base en transporte público y luego tomar el funicular.

En la cima hay dos restaurantes (aunque cuando fui uno está cerrado y el otro solo tenia bebidas), también hay mucho espacio verde, ideal para llevar una manta y hacer picnic con la ciudad a tus pies.

A  treinta minutos aproximadamente en auto nos encontramos con Bellinzona, Capital del Cantón de Ticino, y que junto a Lugano, Vernate, Agno y algunas ciudades más conforman la Suiza Italiana.

Lo lindo de este lugar, además del centro histórico, son los tres castillos declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco y que están prácticamente intactos en cuanto a su estructura.

Castelgrande, Castello di Montebello y Castello di Sasso Corbaro sirvieron para los antiguos romanos como puntos principales para la defensa de la ciudad, y hoy son el atractivo turístico más importante y más recorrido por los visitantes.

Es importante saber que para llegar a Lugano, conviene tomar un vuelo al aeropuerto de Milano, y de ahí unos micros que te deja en la estación de tren central.

El boleto sale 25 euros por tramo y sacando ida y vuelta (que podes usarla cualquier día) sale 42 euros. (solo efectivo en el aeropuerto, pero también se puede sacar on line)

También puedes llegar en tren desde el centro de Milán, el viaje es de aproximadamente una hora.

Es un lugar muy tranquilo, que quizás no está en el itinerario de muchos viajeros pero que sin duda, todos deberíamos conocer.

Ustedes conocen algún lugar mágico para recomendar? 
Si fueron a Lugano, y quieren sumar sus experiencias los leo en los comentarios!

Hasta el próximo mes!!
Noe

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1 Comentario

  1. Nat
    19 febrero, 2019 / 11:45 pm

    Que hermoso! Para tener en cuenta!!! Divinas fotos 👏🏻👏🏻👏🏻

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